Actualmente en España, estamos viviendo una crisis territorial de gran importancia, dado que el nacionalismo catalán, dirigidos por el Govern de Catalunya, ha adquirido bastante importancia en el primer plano político de nuestro país tras los acontecimientos del referéndum del 1-O.
La incentidumbre que se vive en dicha región se traslada al resto de la nación y a los mercados nacionales e intenacionales, que en los últimos días han sufrido grandes caídas por el miedo de los inversores a invertir en empresas principalmente catalanas.
La CA de Cataluña es a comienzos del siglo XXI una economía abierta y sus principales mercados son el resto de España (RDE) y el resto de la UE (RUE). Según el IDESCAT, Cataluña exportó 42.878,8 millones de bienes al RUE y 22.281,8 millones al resto del mundo (RDM).
Según expertos en la materia, Catalunya perdería el 20% de su PIB, además debemos de tener en cuenta de que dicha comunidad supone un 20% del PIB de España.
La posible formación de esta nueva nación supondría una salida automática de UE, y por lo tanto de Eurozona, lo cual supone renunciar a los Fondos Estructurales y de Inversión de la UE se destinan a la creación de empleo y a una economía sostenible. Cataluña tiene asignados más de 1.400 millones de euros a percibir entre 2014 y 2020 que quedarían en el aire.
Según un informe del Gobierno, la hipotética independencia de Cataluña provocaría un déficit de 4.692 millones de euros en las pensiones catalanas. El déficit de la Seguridad Social territorial ascendería desde los 4.692 a los 5.506 millones de euros hasta 2022 en esa situación hipotética.
En la actualidad, los más de 1,7 millones de pensionistas que hay en Cataluña reciben una prestación media de 958 euros, que podría verse reducida con la secesión al pasar a depender del nuevo Estado catalán.
Un estudio de Societat Civil Catalana estima en 447.000 los empleos destruidos, el 16% de la ocupación, a causa de la menor actividad económica por la recolocación de empresas y la tasa de paro alcanzaría el 34,4%. Durante el segundo trimestre del año, Cataluña perdió 78 compañías entre entradas y salidas.
Las exportaciones de Cataluña suponen el 24,9% del total de las ventas al exterior de España. La salida de la Unión Europea conllevaría pagar un sobrecoste por los aranceles para el comercio y las exportaciones, lo que también repercutiría en España, al quedarse fuera de una zona de libre comercio. Esto haría menos competitivas las exportaciones catalanas.
Cataluña es uno de los principales destinos turísticos de España. Sólo el pasado mes de agosto Cataluña recibió 2,6 millones de visitantes extranjeros, siendo esta comunidad autónoma el primer destino elegido en nuestro país y acaparando el 24,6% de las llegadas internacionales en territorio español. En principio, la secesión no afectaría el turismo, pero sí a las infraestructuras. Aeropuertos y AVE en Cataluña se quedarían sin los fondos y ayudas que el Estado español destina a estas infraestructuras.
Al día siguiente de declararse independiente, el Estado catalán tendría que hacer frente al ingente coste de financiar partidas que antes garantizaba el Estado, como pensiones o los aumentos salariales de los funcionarios.
Para concluir, queremos agregar algo y, es que si en algo estamos de acuerdo, es que España se rompe...
Creado por Alejandro Galán y Jesús Rebollo.
Muy buen trabajo, chicos! Los gráficos aportados son muy acertados. La próxima vez, si podéis, incluir la fuente de la información. Enhorabuena!
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